id La templanza: ideas rápidas sobre la templanza. ¿Qué es la templanza? ¿Por qué moderarse? Beneficios de la templanza.
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LA TEMPLANZA
  • A. ¿Qué es la templanza?
  • B. Beneficios de la templanza.
  • C. Excepción: Algo donde no moderarse.

A. ¿Qué es la templanza?

1. ¿Qué es la templanza? La templanza es la virtud de la moderación y dominio propio frente a las apetencias. Una cualidad que facilita optar por lo conveniente, aunque apetezca lo contrario. La templanza modera la atracción hacia los placeres sensibles y procura la moderación en el uso de los bienes creados.

2. ¿Por qué moderar las apetencias? Por varios motivos:

  • Porque no todo lo gustoso es conveniente. Un aparato electrónico puede ser muy apetecible, pero el robo nos convierte en ladrones y esto no es bueno. Pasar horas y horas tumbados puede ser agradable, pero ser vagos y perder el empleo no es recomendable. Las drogas y venenos pueden ser apetecibles y tener sabor gustoso, pero no convienen y la templanza ayuda a dominarse.
  • Otras veces apetecen cosas correctas, pero que deben tomarse hasta cierto límite. Por ejemplo, comer y beber es bueno y gustoso, pero habrá que frenarse en algún momento, ejercitando la templanza.
  • Además, nadie quiere realmente hacer siempre lo que le venga en gana, pues la experiencia dice que uno debe dominarse si no quiere convertirse en un tirano salvaje.
3. ¿Qué hacer cuándo lo bueno no gusta? Cuando lo conveniente no es gustoso, habrá que esforzarse para realizarlo, ejercitando la virtud de la fortaleza.

4. ¿Y cuando apetece algo malo? En este caso, la respuesta es sencilla de expresar: ¡domínate! Cuando apetece algo que no es bueno, ha llegado el momento de aguantarse: ¡aguántate! Este es el terreno de la templanza.

5. No parece fácil de realizar.- Suena bien dominarse y hacer sólo lo conveniente, pero no es fácil cuando la templanza está ausente. Si uno habitualmente hace lo que le gusta, le costará mucho hacer lo contrario. Si uno lleva una vida muy cómoda, le costará vencer su comodidad, etc. En cambio, el dominio propio resulta asequible a quien ha adquirido el hábito de controlar sus gustos.

6. ¿Cómo ejercitar la templanza? Hay varios campos de actuación:

  • La sobriedad en la comida y bebida.
  • La moderación ante las cosas materiales (pobreza).
  • La moderación en los placeres sexuales (castidad) también se incluye dentro de la templanza.
  • En fin, se ejercita la templanza al moderar los caprichos y la comodidad, al contener la ira, la impaciencia, el afán excesivo por la diversión, etc.

B. Beneficios de la templanza

1. ¿Beneficios de la templanza? Son muchos:
  • La templanza hace más visible la grandeza del hombre elevándolo por encima del instinto animal: el hombre es un ser libre, que no está obligado a hacer lo que le gusta, sino que goza de libertad sobre sus apetencias.
  • La templanza es una cualidad atractiva.- Una persona que sabe dominar sus gustos aporta a su alrededor un aire distintivo que hace amable su presencia. Y al revés: es desagradable toparse con gente comilona, borracha, obsesionada por el sexo. Repelen un poco.
  • El control de las apetencias ayuda a conservar los ideales.- El corazón humano siempre está dirigido por algún deseo. Cuanto mayor sea este ideal, más crece la dignidad del hombre. En cambio, si los placeres dominan la voluntad, el hombre queda atado a ellos y con dificultad avanzará hacia algo superior. El dominio propio ayuda a elegir metas elevadas y no cambiarlas por otras más gustosas.
  • La templanza cría al alma sobria, modesta, comprensiva; le facilita un natural recato que es siempre atractivo, porque se nota en la conducta el señorío de la inteligencia.
  • La templanza es además una cualidad imprescindible para evitar los pecados. Pues la mayoría de ellos son consecuencia de dejarse llevar por los gustos. Así, la ira y las faltas de caridad, los robos y mentiras... Cualquier pecado incluye una desordenada inclinación que no se ha dominado. Con otras palabras, la templanza ayuda a vencer al diablo. En cualquier tentación, el demonio pretende que el hombre se deje llevar por una apetencia que no le conviene. Por esto, quien adquiere el hábito de controlar sus deseos está más capacitado para vencer los asaltos del diablo.
  • La templanza es necesaria para poder rezar.- La oración es la elevación del pensamiento hacia Dios. ¿Elevarlo de dónde? De las cosas materiales, de los asuntos terrenos que habitualmente vemos, oímos, manejamos. Estas cosas captan nuestra atención sobre todo cuando nos gustan. En consecuencia, si uno tiene costumbre de dominar las apetencias, le será más fácil apartarse de ellas cuando quiera dirigir el pensamiento hacia el Señor.
  • El beneficio más curioso es el siguiente: la templanza es imprescindible para evitar la cárcel. La mayoría de los delitos son consecuencia de no haberse dominado en algo.
2. ¿Un resumen? En resumen, la templanza facilita elegir lo conveniente, liberando al hombre de la esclavitud a los propios gustos; favorece la victoria sobre las tentaciones; y ayuda a rezar. Además de ser una cualidad agradable humanamente y que facilita la convivencia.

3. ¿La templanza se opone a la valentía? No, no. Se refuerzan mutuamente: una domina gustos, otra domina temores. Ambas ayudan al hombre a dominarse a sí mismo. Quizá a un joven no le guste mucho de esto de moderarse, propio de la templanza. La energía juvenil invita a lanzarse a grandes empresas y lo de control no suena bien. Ojalá los jóvenes sean de verdad audaces y valientes. Esto no impide la templanza pues esta virtud modera gustos, no ideales; pretende dominar las apetencias, no rebajar las metas. Queremos poseer dominio propio pero no deseamos tener ideales pequeños.

4. ¿Generosidad y templanza se contraponen? No, no. La templanza invita a moderar gustos y apetencias. La generosidad desea privarse de apetencias y gustos buscando el bien de alguien. Es sobrio quien se domina. Es generoso quien sacrifica sus deseos en favor de otro. Ambas cualidades se refuerzan entre sí.

C. Excepción: algo donde no moderarse

1. ¿Algo dónde no moderarse? No debe haber moderación alguna en el amor a Dios: "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". Sin límites, sin conformismos. Al máximo. Sin miedo a excederse en este punto.

2. ¿Por qué esta diferencia? Hay varios motivos para moderarse en el amor a las cosas y no moderarse en el amor a Dios:

  • La templanza modera la atracción hacia los bienes creados, que son bienes relativos y no se deben amar sobre todas las cosas. En cambio, Dios no es un bien creado y sí es digno de ser amado sobre todas las cosas.
  • El corazón humano se esclaviza y pierde dignidad cuando está demasiado pendiente de cosas materiales o de placeres sensibles. En cambio, el hombre se engrandece cuando dirige pensamientos y afectos hacia el mismo Dios.
  • Si el hombre se deja llevar mucho por los bienes y placeres sensibles, se parece a los animales. Mientras que la unión de amor con Dios nos engrandece y une a la divinidad. La templanza nos ayuda porque modera la atracción hacia lo material evitando que el hombre sea una bestia. En cambio, el acercamiento a Dios no necesita moderarse sino fomentarse.
  • El bien del alma es superior al bien del cuerpo. Si el hombre está demasiado pendiente de los bienes materiales, suele descuidar la atención espiritual. La templanza ayuda a poner las cosas en su sitio.
  • El amor a Dios es capaz de englobar a los demás amores, pero no al revés. Por ejemplo, uno puede trabajar bien por amor a Dios.
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